Crimen de Walter Gramaglia: el Superior Tribunal rechazó la revisión de condena y la defensa de Figueroa acudió a la Corte Suprema
El recurso se originó en el resultado de ADN que no era compatibles con el condenado a prisión perpetua. Su abogado, Marcelo Shortrede interpuso uno extraordinario y federal.
Un par de semanas restan para que se cumplan 20 años del asesinato de Walter Darío Gramaglia. El kinesiólogo de 29 años fue visto por última vez el 22 de septiembre de 2004 cuando salió a sacar la basura. Su cuerpo apareció el 10 de octubre en el dique La Florida. Por el hecho fue condenado a prisión perpetua en 2008, Alberto Figueroa.
Casi dos décadas después, Figueroa sigue sosteniendo su inocencia y su abogado defensor, Marcelo Shortrede busca revertir la decisión que tomó la Justicia en San Luis. Una muestra de ADN, es el principal punto para pedir la revisión de la condena y un nuevo proceso.
El 26 de junio se realizó una audiencia en el Superior Tribunal de Justicia (STJ) donde el letrado expuso los fundamentos del recurso de revisión de condena que había presentado tiempo atrás. El principal argumento fue una nueva pericia que determinó como resultado que el ADN de Figueroa no coincide con el encontrado en los elementos peritados y que desencadenaron en la sentencia.
Esta conclusión fue elaborada por la médica Mariana Herrera Piñero, quien es especialista en Genética Forense, directora del Laboratorio “Genda” y también del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG). En su análisis, determinó que los perfiles genéticos analizados, que obran en la causa Nº 3648/04 atribuidos a Figueroa, no corresponden a una misma persona.
“Es evidente que la condena de Figueroa se ha producido por un dictamen pericial falso, la sentencia condenatoria debe ser anulada y el caso debe ser sometido a un nuevo proceso”, afirmó Shortrede.
Sin embargo, los ministros del STJ rechazaron el recurso. La decisión fue tomada el 7 de agosto por Eduardo Allende, Jorge Levingston, Guillermo L’Huillier y Cecilia Chada, por unanimidad. Carolina Monte Riso se excusó de intervenir. Lo hicieron en línea con el pronunciamiento previo del procurador General, Luis Martínez.
El principal argumento de los integrantes de la Corte provincial fue por “no haberse verificado alguna circunstancia nueva, hecho, sentencia o ley, que permita la revisión de la sentencia”.
Agregaron a eso que “la postulación de la defensa no constituye un hecho nuevo, no configura un elemento sobreviniente, sino que se trata de un hecho que ya ha sido discutido en el proceso, pues la prueba de ADN no fue ajena al proceso”.
Ante este pronunciamiento, Figueroa presentó un recurso de apelación extraordinario ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación donde sostuvo que el fallo del STJ fue arbitrario, violó el derecho de defensa, el debido proceso, el de igualdad ante la ley y su principio de inocencia.
Agregó que le ocasionó un “gravamen irreparable” y solicitó que “dicha sentencia sea revocada, y se falle respecto del fondo de la cuestión articulada haciéndose lugar al recurso de revisión impetrado, dejándose sin efecto la sentencia condenatoria contra el suscripto y ordenando que se instruya de nuevo la causa por el juez competente”.
“Los peritajes de ADN realizados a las muestras obtenidas no se corresponden con los de mi patrón genético, a la par que ese Superior Tribunal ha desechado la posibilidad concreta de que se realice prueba pericial de ADN con las debidas garantías de veracidad e imparcialidad del perito”, cuestionó el condenado.
En la misma línea apuntó a los ministros provinciales porque con esa decisión impidieron “la realización de un procedimiento de prueba legal, justo, imparcial, objetivo y con validez científica”.
En el recurso, hizo un repaso de lo que sucedió desde la desaparición de Gramaglia hasta el momento en que hallaron el cuerpo. Rememoró que la cabeza de la víctima estaba envuelta con cinta de embalar y sobre eso la perito Judith Andrade, había encontrado “muestras de ADN compatibles con el del suscripto y con el de un amigo, Pedro Soria”.
Tuvo en cuenta el estudio de Herrera Piñero, según el cual no había coincidencia con el material genético de Figueroa.
“Ha quedado demostrado que dicha pericia es errónea, peor aún, falsa. Entonces es evidente e innegable que mi condena se ha producido por un dictamen pericial falso, la sentencia condenatoria debe ser anulada y el caso debe ser sometido a nuevo proceso conforme se solicitó en el recurso de revisión”, insistió.
Del mismo modo, advirtió que “no se trató de un error manifiesto o insuficiencia de conocimientos científicos, sino de informes plenamente divergentes, para prescindir de la supuesta eficacia probatoria dirimente y eventualmente, evitar que se conocieran a los verdaderos culpables del homicidio de Darío Gramaglia”.
En el cierre de la presentación, de 39 páginas, el condenado denunció a la Corte Suprema: “Me encuentro sometido a un estado de absoluta desprotección jurídica habiéndose impedido la producción de prueba idónea y por perito imparcial que demostrara la correspondencia o incorrespondencia del resultado de la prueba genética respecto de las muestras supuestamente levantadas en la causa y el perfil genético del suscripto”.
El 30 de abril de 2023, Figueroa se fugó de la Colonia Penal, un predio del Servicio Penitenciario donde estaba alojado. 12 días después, fue recapturado por la Policía de Buenos Aires en Villa Bosch, mientras viajaba en el auto de su pareja.
En septiembre del año pasado, en comunicación con El Chorrillero, volvió a ratificar su inocencia. “No he tenido nunca un motivo para matar a nadie”, aseguró.